La materia o asignatura la vende el o la docente.


Cuantos de nosotros desarrollamos un amor especial por una asignatura... no por el conocimiento "per se" de la materia si no por la manera particular que el docente tenia de impartirla. 
Hablar de casos positivos en el que un estudiante se ve motivado a las ciencias y posteriormente se convierte en mĆ©dico es algo maravilloso, de esos logros que los docentes disfrutamos, pero que pasa cuando en lugar de desarrollar amor, afecto o deseos de aprender un Ć”rea especifica del conocimiento, los estudiantes odian, aborrecen al punto de salir mal... muy mal en una materia producto de la forma en que nosotros estimados colegas presentamos esa materia o asignatura.
En una investigaciĆ³n universitaria de tipo local se les preguntĆ³ a chicos y chicas de educaciĆ³n media, bachillerato, preparatoria o secundaria que dijeran cual materia les gustaba y cual no, cual docente les gustaba y cual no, para efecto de controlar las variables no se preguntaron los por quĆ©, si no que se hizo un cruce de variables... la asignatura repudiada coincidĆ­a con el docente que no gusta, la asignatura que mĆ”s les gustaba estaba asociada con el docente mĆ”s popular y querido. 

De esta investigaciĆ³n pequeƱa, se pueden hacer varias lectura interpretativas. Nosotros los docentes somos vendedores... de ideas, de nuestra asignatura, y "nuestro producto" como buenos vendedores debe ser el mejor, el mĆ”s exitoso, ofertar nuestra asignatura a partir de: para que sirve en la vida real y no desde la utopĆ­a. 
Si Yo no soy capaz de vender mi asignatura, debo trabajar en funciĆ³n de eso, pedir consejos, orientarme, tomar un curso de marketing, si... de marketing, haga de su trabajo y de su asignatura una venta permanente de un buen producto,  que dĆ­a a dĆ­a nuestros alumnos se enamoren de la asignatura y desarrollen todo el potencial que el basto mundo del conocimiento tiene para Ć©l. 





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