Qué son las consignas escolares y cómo se hacen.



Una consigna escolar es: “una instrucción que plantea el docente y ésta requiere de una lectura atenta y detenida por parte de los alumnos que atendiendo a lo solicitado tiene que planificar su respuesta para cumplir satisfactoriamente con una buena respuesta escrita u oral.” 
(Armando Zabert. Estrategias para la evaluación de aprendizajes. 2010)




TODA CONSIGNA IMPLICA:

Un objetivo: que equivale a responder a la pregunta ¿qué hay que hacer?.

Esto significa que, si el estudiante responde a la consigna, por ejemplo, copiando una parte del texto, no ha comprendido el objetivo de la consigna, que está solicitando que se realice la acción de indicar o marcar. Si el alumno subraya una parte del texto o la encierra entre paréntesis, sí estará realizando adecuadamente la consigna.

Un orden de acciones o decisiones: que equivale a responder a las preguntas ¿qué hago primero? ¿y después? Para resolver la actividad dada más arriba, en primer lugar se debe realizar una lectura de la frase con un objetivo determinado: detectar los ejemplos. En segundo lugar, una vez que se ha tomado la decisión sobre cuáles son los ejemplos, se debe realizar la acción de marcar o señalar sobre la frase.

Ciertos conocimientos: esto equivale a responder a la pregunta ¿qué debo saber para resolver esta consigna? En el ejemplo que estamos analizando, para resolver adecuadamente la consigna se debe saber qué es un ejemplo y qué tipo de palabras aparecen habitualmente en los textos cuando se incluyen ejemplos.

Algunas veces puede ocurrir que no tengamos esos conocimientos o que tengamos algunas dudas sobre lo que sabemos o, quizás, pensemos que lo que sabemos no es suficiente para resolver la consigna propuesta. En esos casos, deberemos resolver primero nuestras dudas, inquietudes o inseguridades sobre los conceptos o conocimientos, y una vez resueltas esas dudas, podremos resolver la actividad propuesta.

Estrategias para resolverla: esto equivale a responder a la pregunta ¿cómo resuelvo la actividad?

¿Cuál es la mejor manera de hacerlo?

En muchos casos, las consignas pueden ser resueltas de más de una manera. Incluso, cada persona puede encontrar su propio “método” para resolver un problema que se le plantea. Esto ocurre con mucha frecuencia en matemática, pero también en las otras disciplinas.

La forma de llegar al resultado, por ejemplo, de una cuenta, puede variar mucho de una persona a otra, y ninguna de las estrategias está errada si les permite llegar al resultado que corresponde

Pero sí puede ocurrir que una persona que está acostumbrada a sumar o restar de una determinada manera descubra, observando a otra persona o aprendiendo de un maestro, que existen formas más prácticas o más veloces de hacerlo, y entonces modifique su estrategia habitual.

Volviendo sobre el ejemplo de consigna que hemos utilizado, podemos imaginar diversas estrategias que diferentes personas utilizarían para resolverla.

Aquí mencionamos dos de ellas:

1- Localizar las palabras habituales que aparecen cuando se incorporan ejemplos (“por ejemplo”, “tales como”) y a partir de esas palabras, detectar los ejemplos.
2- Comparar la frase con otras similares que la persona recuerda y que contienen ejemplos, para detectar algo que llamamos “patrones” (elementos que se repiten frecuentemente en entornos similares). 

Toda consigna puede ser resuelta a través de estrategias variadas. Lo más importante es que cada uno encuentre la que le resulte más efectiva, si los estudiantes no comprenden las consignas, debemos revisarlas, re diseñarlas y desde luego potenciar la lectura comprensiva.


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